LARRINAGA ABOGADOS
LARRINAGA ABOGADOS

 

 

Nuestro despacho de abogados lo fundó hace ya más de 55 años, Antonio Ruiz de Larrinaga García de Salazar, abogado y gran jurista de vocación, muy comprometido con la profesión y amante de la misma.

 

Dos de sus hijos continuamos la profesión y una de las primeras lecciones que aprendimos, casi a la par de reconocer lo que es ser jurista además de abogado, fue la importancia de la deontología profesional.

 

Por un lado, el jurista es el que aboga por unas leyes justas y en síntesis por una Justicia con mayúsculas; Es un estudioso de la Ciencia del Derecho y de la Filosofía del Derecho.

 

Y el abogado podríamos decir que es el que estudia el Ordenamiento Jurídico y aplica las leyes de la mejor manera de que es capaz.

 

Por su parte, la deontología profesional la aprendimos día a día desde el principio, cuando nos enseñó como curiosidad pero con todo el sentido común (expresión y significado que por cierto apreciaba sobre manera), el llamado “decálogo del abogado”. Es un extracto de la obra "Los mandamientos del abogado" de Eduardo Couture (1904-1956), y textualmente es como se transcribe:

 

DECALOGO DEL ABOGADO:

 

I.- Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado.

 

II.- Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

 

III.- Trabaja: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de las causas justas.

 

IV.- Procura la justicia: Tu deber es luchar por el derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.

 

V.- Se leal: Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

 

VI.- Tolera: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.

 

VII.- Ten paciencia: En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.

 

VIII.- Ten fe: Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz.

 

IX.- Olvida: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.

 

X.- Ama tu profesión: Trata de considerar la abogacía de tal manera, que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti, proponerle que se haga abogado.

 

 

Y así fue, amó su profesión y tuvo dos hijos abogados a quien pudo aconsejar y enseñar.

 

En la actualidad, en esta gran profesión, desprestigiada a veces sin razón o por el mal hacer de unos pocos, como en todos los demás oficios, nos avala la trayectoria seguida por nuestro padre y maestro y el ejercicio de la profesión desde hace más de 25 años. El bufete se ha convertido en Abogados Larrinaga, S.L.P. y cuenta con un equipo de abogados cualificados y comprometidos con los clientes y con la esencia de la abogacía y visión de futuro, pues todo evoluciona y es preciso adaptarse y beneficiarse además de las ventajas que ello brinda.

 

 

 

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